TRANSFORMANDO UNA MESA CON HULE

Son varias ya las veces que he hecho referencias a lo mucho que me gustan las mesas forradas de hule de la casa de Yvonne, y también habéis sido varios los que me habéis escrito preguntando cómo se hace eso de forrar mesas.

Veréis, es una forma muy fácil, rápida y tremendamente limpia de cambiarle el aspecto a una mesa (o cualquier otro mueble). Yo ya lo he hecho al menos en tres ocasiones con mi mesa de trabajo, porque cada día está sometida a altas probabilidades de daño por pintura, rayones o golpes. Además es un método divertido que permite renovar la decoración de forma económica, con lo que ni la pereza ni el dinero deberían suponer una excusa.

Os explico como hice yo mi última transformación en la que no usé hule, sino que aproveché un mantel plástico (enorme, ya veréis) que utilizábamos para ir de picnic y que ya estaba feote por la parte de debajo. El proceso es exáctamente el mismo:

Este es el aspecto de mi mesa "antes de"

 Se extiende la pieza de hule sobre el suelo 

y se coloca encima el tablero/mesa a tapizar

(a mí me resulta más fácil tensar así)

Yo siempre empiezo a grapar por el centro para ir estirando poco a poco 

en dirección a los extremos, y así evitar bolsas y pliegues.

 Voy avanzando con el grapado hacia los extremos, 

teniendo siempre la precaución de tensar bien el hule

 Las esquinas son la parte más delicada.

 Hay que tensar bien uno de los laterales y plegar el pico 

como se hace al envolver un paquete para regalo. 

No pasa nada si hay que ensayar el doblez varias veces 

hasta que quede bien tirante y sin arrugas.

 Cuando lo consigas, fíjalo con una grapa y continua tensando y fijando.

 Superada la primera esquina!

 Otra esquina!

 Y otra!

Veis que está terminada de forma diferente, debido a que el mantel 

era muchísimo más grande que el tablero y había demasiado sobrante. 

Si tenéis una pieza adaptada al tamaño de vuestra mesa os resultará 

mucho más fácil de manejar y la terminación quedará impecable.

En este caso no importa, porque al quedar por debajo no se ve, 

además de que no quería cortar la pieza, por si el día de mañana 

la aprovecho para cualquier otra cosa.

 También puede ocurrir que en algún momento alguna grapa 

vaya por donde no debe. La podéis sacar con cuidado de no rayar

y con ayuda de un destornillador.

Este es el aspecto final de mi tablero

Y una vez colocado en su sitio:

Y siempre que termino una transformación, me apetece seguir cambiando cosas; 

por ejemplo el color de mi pared al que no creo que tarde mucho en meterle mano. 

Pero esa será ya otra historia...

Disfrutad del finde!

FOTOS LALOLE